“La risa, regalo de los dioses, belleza del rostro y medicina del alma. Un manjar más delicioso que la ambrosía”.
En griego la palabra teatro significa «lugar para contemplar». Es la rama de las artes escénicas relacionada con la actuación, que representa historias actuadas frente a la audiencia usando una combinación de discurso, gestos, escenografía, música, sonido y espectáculo. Es también el género literario que comprende las obras concebidas para un escenario, ante un público. Serán las dos musas griegas, Talía y Melpómene, las que representen con sus máscaras alegre y trágica, al mundo de la dramaturgia. Vamos a conocerlas un poco.
Talía es una de las dos musas del teatro, la que inspiraba la comedia y también era musa de la poesía bucólica o pastoril. Era una divinidad de carácter rural y se la representaba generalmente como una joven risueña, de aspecto vivaracho y mirada burlona, llevando en sus manos una máscara cómica como su principal atributo. Portaba una corona de hiedra en la cabeza como símbolo de la inmortalidad y calzaba sandalias. Talía era hija de Zeus y Mnemosine.
Melpómene la melodiosa, es la segunda musa del teatro, inicialmente lo era del Canto, de la armonía musical, pero pasó a ser la musa de la Tragedia como es actualmente reconocida. Melpómene es hija de Zeus y Mnemosine. Se la representa ricamente vestida y severa la mirada, generalmente lleva en la mano una máscara trágica como su principal atributo, en otras ocasiones empuña un cetro o una corona de pámpanos, o bien un puñal ensangrentado. Va coronada con una diadema y está calzada de coturnos. También se la representa apoyada sobre una maza para indicar que la tragedia es un arte muy difícil que exige un genio privilegiado y una imaginación vigorosa, en una de sus manos sostiene un cetro y una corona, en la otra, un puñal. Se halla rodeada de fortalezas, armas y laureles y a su arrogancia se une la tristeza de la soledad. Un mito cuenta que Melpómene tenía todas las riquezas que podía tener una mujer: la belleza, el dinero, los hombres, solo que teniéndolo todo no podía ser feliz, es lo que lleva al verdadero drama de la vida, tener todo no es suficiente para ser feliz.
Eliana Berrío
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